Truquito para conseguir súper burbujas en el jabón

La mayor preocupación del artesano jabonero es conseguir un jabón que produzca burbujas grandes y duraderas, porque un jabón que no produce espuma abundante parece como que no limpia, aunque en realidad no es así ya que el poder de limpieza del jabón y su capacidad de hacer burbujas son consecuencia de factores distintos, pero aún así es lo que a la mayoría nos gusta conseguir al bañarnos con ellos.

Casi todo el mundo sabe que el aceite de coco es uno de los mayores aliados para conseguir este efecto, ya que el índice de burbujas del mismo es 81 (sobre 100), por lo tanto su agregado al jabón se hace casi necesario. Otro de los aceites que tienen un índice de burbujas muy altos son el aceite de borraja (100) y el de babasú (85), podéis ver la comparativa de aceites según su grado de burbujas en el siguiente apartado: comparativa de aceites según su composición.

Pero si aún quieres conseguir más burbujas puedes añadir un poco de azúcar al jabón. Es un remedio muy efectivo, barato y accesible. Debemos tener en cuenta también que el azúcar ablanda el jabón y hace que el corte sea más fácil, incluso después del tiempo de curado.

¿Cómo se añade el azúcar en el jabón y en qué medida?

Dosis máxima: 5% del peso total de los aceites. Es decir, como máximo 1 cucharadita de azúcar por cada kilo de aceite.

Para añadirla lo podemos hacer de tres formas distintas:

1. Disolviéndola en el agua que utilizaremos para hacer la lejía, agregándola siempre antes de la sosa para evitar que se formen cristales de azúcar (debido al aumento de temperatura que ocasiona la reacción de la sosa con el agua). Para que se disuelva más fácil podemos calentar un poco el agua y cuando no haya rastro del azúcar entonces podremos agregar la sosa.
2. Apartando un poco del agua que utilizaremos para hacer la lejía y diluimos ahí el azúcar, agregándolo en el momento de la traza junto con los demás aditivos y siempre antes de los aceites esenciales o la fragancia..
3. Haciendo un almíbar que dejaremos preparado para utilizar cada vez que queramos hacer uso de el, realizándolo de la siguiente manera: ponemos a calentar 2 tazas de azúcar junto con 1 taza de agua y removemos hasta su total disolución. Este preparado lo guardaremos en un bote cerrado y utilizaremos cómo máximo 2 cucharaditas por kilo de aceite y lo agregaremos en el momento de la traza, también antes de los aceites esenciales o la fragancia.

Nota: el azúcar hace que se acelere el proceso de gelificación, consiguiendo aumentar la temperatura del jabón rápidamente. Tener esto en cuenta si queremos evitar la gelificación completa y los inconvenientes que pueda ocasionar (líquido gelificado en el centro de la pastilla). Si quieres saber más sobre el proceso de gelificación te recomendamos que leas el siguiente artículo: que es la gelificación.

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