Manteca de karité: cómo saponifica y propiedades cosméticas

La manteca de karité, extraída por presión en frío de los frutos del árbol del mismo nombre, es reconocida y valorada principalmente por su alta capacidad de hidratación y regeneración de la piel y el cabello, por lo que no es de extrañar que personajes públicos, como Rihanna, se consideren fans incondicional de este producto natural. En nuestra experiencia, los jabones de manteca de karité son los más exitosos y por eso no puede faltar entre la mayoría de nuestras recetas.

Cómo al saponificar no produce apenas burbujas y baja el índice de la fórmula, no es aconsejable agregarla en un porcentaje superior al 20%, de hecho nosotras la usamos en un 5 o 15% como máximo, y se puede añadir como aceite de sobreengrasado o mezclada junto a los aceites base. Como tiene una cantidad tan alta de insaponificables (elementos que no saponifican), estos permanecerán intactos y brindará al jabón todas sus cualidades.

Produce jabones muy duros, blancos y que trazan súper rápido. Le aporta una textura increíblemente cremosa y deja la piel suave y nutrida.

Propiedades físicas al saponificar:

  • Dureza: 64.
  • Burbujas: 30.
  • Persistencia: 64.
  • Limpieza: 43.
  • Acondicionado: 53.
  • Yodo: 59.
  • INS: 116.

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Propiedades cosméticas:

  1. Es ideal para toda la familia y tipos de pieles, incluso para los cutis grasos o con tendencia al acné, ya que como no es un aceite comedogénico (tapa los poros) no dificulta ni su transpiración ni la realización de sus funciones naturales.
  2. Es muy nutritiva, por su contenido en vitaminas (sobre todo A, E y F), antioxidantes, catequinas y otros insaponificables. Además está compuesto por karitene, que es un látex natural cuya función es proteger la piel de las agresiones externas y evitar la deshidratación.
  3. Además de hidratar y proteger, a la piel le aporta suavidad y flexibilidad, por eso es muy efectiva en zonas duras o ásperas como codos, talones o rodillas, cuyos efectos son notables a los pocos días.
  4. Como aporta flexibilidad a la piel, la hace muy efectiva evitando la aparición de estrías, o incluso las difumina (en caso de tenerlas), debido a su capacidad regeneradora.
  5. Calma las irritaciones y es muy recomendable su aplicación en zonas sensibles para evitar las rojeces producidas por los pañales, en ancianos o bebés. Evita también la aparición de llagas en personas que tienen que estar mucho tiempo en cama.
  6. Su aplicación antes y después de tomar el sol es muy beneficiosa por varias razones: tiene factor de protección natural, evita la deshidratación y prolonga el bronceado.
  7. Hace maravillas en el cabello aplicada en forma de mascarilla 20 minutos antes de lavarlo, lo deja suave, sedoso, lo regenera, protege, da brillo, volumen y repara los daños producidos por tratamientos agresivos, así como las puntas abiertas.
  8. Es cicatrizante y antiinflamatorio, por lo que es muy recomendable tenerlo a mano en caso de quemaduras leves (ya que además evita la pérdida de agua) o como remedio natural para difuminar una cicatriz. Gracias también a esta capacidad antiinflamatoria se puede aplicar antes y después de hacer deporte, ya que descongestiona los músculos y articulaciones, previniendo lesiones o aliviando los dolores producidos por esguinces o torceduras.
  9. Es muy efectiva en casos de dermatitis, acné, psoriasis y otros tipos de afecciones cutáneas.
  10. Puedes usar la manteca de karité de las siguientes formas:
  • Aplicada directamente: a temperatura ambiente es sólida, por lo tanto tomaremos un poco y la frotaremos con las manos antes de su aplicación, para fundirla.
  • Se puede utilizar como base de maquillaje ya que deja la piel nutrida e hidratada, haciendo más fácil la aplicación del mismo y prolongando su duración.
  • Añadiendo una cucharada en el baño lo hace súper placentero.
  • Directamente sobre las durezas o callos.
  • En el culito del bebé, en vez de crema sintéticas.
  • Como aceite de masajes, para evitar o aliviar contracturas.
  • En picaduras de insectos, para aliviar las molestias y picores.
  • Grietas en los labios o en la nariz, producidas por el viento o resfriados.
  • Para reducir el olor corporal demasiado fuerte.
  • Para reparar los pezones agrietados, como consecuencia de la lactancia.
  • Como aditivo de cremas naturales, sobre todo es muy recomendable en aquellos destinados al anti-envejecimiento (es el producto estrella).
  • Y sobre todo añadida a nuestros jabones, para conseguir un jabón 10.

Si te apetece puedes echar un vistazo a esta receta, que por exigencia familiar nunca puede faltar en casa: jabón de karité.

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