Que en castellano sería «derretir y verter», pero todo el mundo los conoce así. Son jabones hechos con una base de glicerina, que previamente se ha elaborado con sosa y otros componentes que le han dado la cualidad de ser transparentes (o blancos) y una textura blanda para que sea fácil su manejo.
Nosotras teníamos preparada la base transparente y ya han pasado las dos semanas de curación necesarias, así que era hora de ponernos manos a la obra y darle forma. Ahora tenemos que dejar secar al aire libre estas pastillas para que se evapore el alcohol que contienen y se puedan poner en contacto con la piel sin miedo a irritaciones.
En esta ocasión hemos hecho estos jabones con incrustaciones de corazones, con un corta pastas con forma de corazón, pero también hay tubos de glicerina con esta forma para evitar el paso de ir cortando corazones y luego unirlos en forma de columna, pero como tenemos que probarlo todo para experimentar nos hemos decidido con esto.
Los colores que hemos usado se han mantenido estables menos la remolacha que ha resultado color ámbar, tal como se puede observar en la foto. Y ahora vamos con la receta:
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¿Qué necesitamos?
- 1 barra transparante de glicerina.
- Un poco de alcohol para derretir y desinfectar recipientes.
- Colorantes: remolacha en polvo, pigmento mineral azul perla, pigmento dorado y pigmento violeta ultramar.
- Aceite esencial de patchouli y sándalo.
¿Cómo se hace?
- Cortamos la mitad de la barra de glicerina en trocitos y lo derretimos en el microondas con un poco de alcohol espolvoreado. Programamos 20 segundos, lo sacamos, removemos un poco y otra vez al microondas otros 20 segundos. Repetimos esta operación hasta que esté fundido. Es muy importante que nunca llegue a hervir, ¡si no nos lo cargamos!
- Cuando esté fundido añadimos los aceites esenciales y el colorante que vayamos a poner a los corazones. Nuestra remolacha en principio pintaba bien con ese tono magenta…
- Cuando se haya integrado el color y el aroma, a base de remover, vertemos el líquido en un recipiente que sea fácil después sacarlo (lo ideal es en un recipiente de silicona o plástico que deslice bien).
- Metemos el recipiente en el frigorífico unos minutos y cuando haya solidificado procedemos a hacer los cortes con el corta pastas.
- Vamos poniendo los corazones uno encima de otro, en forma de columna.
- Los recortes que nos vayan sobrando los volvemos a fundir, verter, enfriar y cortar… hasta que lo agotemos.
- Ya tenemos la columna de corazones, así que la ponemos en el centro de un bote circular de esos de patatas (por ejemplo), también puedes usar un tubo de pvc y ponerle un film transparente debajo agarrado con una gomilla, o un molde de silicona que también los hay para este fin.
- Ahora vamos con la segunda parte: cortamos la otra mitad de la barra en trozos pequeñitos, derretimos en el microondas de la misma forma y cuando esté listo le añadimos el aceite esencial y los colorantes. Nosotras hemos mezclado el azul perla con el dorado y violeta y nos ha quedado un lilita con matices azules y dorados chulísmo. En la foto no se ve muy bien porque se aprecia sobre todo al reflejo de la luz.
- Cuando ya esté listo lo vertemos encima de los corazones y caerá al fondo rellenando los huecos que han dejado los corazones.
- Por último lo volvemos a meter en el frigorífico y esperamos unos minutos a que se enfríe. Cuando esté listo ya lo podemos cortar y a continuación dejar secar otras dos semanitas.
Nota: hemos elegido los aceites esenciales patchuli y sándalo porque, a parte de tener un olor riquísimo y aportar propiedades a nuestro jabón, son conservantes naturales y nos sirve como sustituto de la vitamina E que siempre añadimos.