Jabón de aceite de oliva y miel

En principio íbamos a hacer jabón de castilla, para refundir después del tiempo de macerado, pero no nos hemos podido resistir a ponerle miel. Te deja la piel tan suave y además hace que el refundido después sea tan sencillo que no lo hemos dudado y le hemos añadido una poquita para usarlos después en casa en el baño diario de la familia. Además es un jabón apto para todas las edades, bebés incluidos, y de lo mejorcito que hay, así que en casa nunca puede faltar.

Receta de jabón de oliva y miel:

¿Qué necesitamos? Para 1 kg de jabón:

• 700 g de aceite de oliva de orujo.
• 200 g de agua destilada u osmotizada.
• 90 g de sosa caústica (NaOH).

En la traza:

• 2 cucharadas de miel.
• Fragancia o aceite esencial (al gusto).

¿Cómo se hace?

1. Antes de nada pesamos los ingredientes para tenerlos preparados y tomamos todas las medidas de seguridad (guantes, gafas y mascarilla).
2. Preparamos la lejía vertiendo la sosa muy lentamente sobre el agua, a la vez que removemos. En esta ocasión he usado cubitos de hielo para que la temperatura no llegara a ser tan alta.
3. Calentamos el aceite de oliva en un recipiente de acero inoxidable o cristal (que aguante bien la temperatura), hasta que llegue a unos 40 grados aproximadamente. Le podemos añadir en este paso la vitamina E para retrasar el enranciamiento del jabón.
4. Cuando se haya disuelto la sosa y haya bajado la temperatura hasta los 40 grados (tiene que ser a la misma exactamente que la del aceite) vertemos muy lentamente el agua con sosa sobre el aceite (nunca al revés), mientras vamos removiendo (yo uso una espátula de silicona). Hay que tener mucha precaución y acercar los recipientes al verter el líquido para evitar salpicaduras.
5. Cuando los líquidos estén mezclados y se haya enturbiado el aceite metemos la batidora hasta el fondo y, sin levantarla, la activamos a la velocidad más lenta. No la levantamos hasta que se haya formado la traza y la textura sea similar a una mayonesa.
6. Este es el momento de añadirle la miel, el aceite esencial y/o la fragancia que nos guste. O dejarlo tal cual que también es estupendo así.
7. Después de añadirle la miel, removemos con la espátula un poco y vertemos en el molde con cuidado.
8. Podemos usar un molde cuadrado de madera de esos que vienen recubiertos con una funda de silicona, o bien los típicos moldes de silicona especiales para jabones, o los que venden para la repostería.
9. Una vez en el molde lo tapamos con un papel o cartón y lo cubrimos con una manta o una toalla y lo dejamos reposar durante uno o dos días (al tener miel tarda un poco más en solidificar).
10. Pasado ese tiempo podemos desmoldarlo, cortarlo y dejarlo que se seque el tiempo aconsejado (30-40 días) para que tome el pH adecuado y el grado de humedad perfecto.
11. Sabremos que está listo cuando el pH esté entre 7 y 9. Mas bajo o más alto no son recomendables usarlos. Comprobar siempre con las tiras medidoras de pH.

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