Insistimos en cada receta que hacemos por saponificación en frío que una vez desmoldado el jabón (24 horas después de hacerlo) hay que dejar las pastillas madurar al menos 4 semanas para que adquiera el pH adecuado, ya que justo en el momento de hacer el jabón el medio es muy alcalino y necesita tiempo para ser apto para su uso. Bien, pues ahora os explicamos por qué:
Antes de nada explicaremos qué es el pH: es la concentración de iones de Hidrógeno (H+) de una sustancia. Por lo tanto un medio será más ácido o alcalino según la cantidad de H+ libres que contenga. Los ácidos más fuertes (como el ácido sulfúrico) tienen una concentración mayor de H+ que los ácidos más débiles (jugo de naranja).
Para asignar una medida exacta a cada elemento se ha elaborado una escala de pH que va desde el 0 hasta el 14, dónde el 0 es el valor más alto de un ácido y el 14 el más alto de un básico. El pH neutro es la mitad (el 7). Del 0 al 7 se considera una muestra ácida y de 7 a 14 sería básica o alcalina.
Nuestra piel tiene un promedio de pH de 5,5 (aunque puede variar según la zona) y las pastillas de jabón artesanales después de la maduración adquieren un ph entre 7 y 9 pero, en contra de lo que parece, no resulta perjudicial para nuestra piel porque una vez utilizado el jabón, la piel recupera su grado de acidez rápidamente. Sin embargo, durante las cuatro primeras semanas de maduración, y sobre todo si el jabón no ha gelificado, su valor estará por encima de esos valores y al contacto con la piel puede causar irritación, dermatitis o escozor.
Los jabones comerciales elaborados con tensioactivos (en vez de aceites naturales) prometen un ph de 5.5 vendiéndolos como productos más respetuosos para nuestro cuerpo y no informan que están elaborados con fragancias y productos y sintéticos, derivados del petróleo, agentes espumosos, reguladores de ph, etc. que son mucho más dañinos para nuestra piel que una pequeña variación en el grado del pH.
[publicidad]
¿Cómo medir el pH?
La forma más cómoda y rápida es a través de tiras medidoras de pH (tornasoles) y su modo de empleo es muy sencillo: se moja la pastilla de jabón y se frota un poco para que haga espuma. Colocamos la tira sobre la pastilla y rápidamente adquiere un color. Junto con las tiras viene el detalle del grado de ph según el color adquirido.
También podemos usar un pHmetro, que no es más que un aparato que mide la corriente eléctrica del líquido a través de dos electrodos unidos a un voltímetro. Dependiendo de la concentración de H+ generará una corriente concreta. Son muy exactos y fáciles de usar pero tienes que disolver un trozo de pastilla en agua destilada y luego medir la disolución.
Dependiendo de la parte del cuerpo a la que esté destinado el cosmético tendrá que tener un grado de ph específico:
- Productos para el cabello: de 4,5 a 5.
- Cremas para el cutis: de 5,5 a 7.
- Crema corporal: de 5 a 7,5.
- Gel de ducha: de 5 a 7,5.
- Jabón natural artesano: de 7 a 9.
Nota: si tu pastilla de jabón te ha quedado por debajo de 7 es que no está bien formulada, y si una vez pasadas las 4 o 6 semanas de curación tiene un ph demasiado alcalino, para arreglarlo podemos refundirlo y añadirle ácido cítrico para bajarlo a un grado adecuado. Ya lo veremos más adelante en la sección de «solución de problemas».